ARCHIVO- PADRE ALONSO

NOTICIAS DEL RVDO. PADRE CÉSAR ALONSO DE LAS HERAS

Asunción, Paraguay, Sábado 05 de Julio de 2003
Diario ABC color
La juventud está más en la farra que en el libro...
En esta segunda parte de la entrevista, el padre César Alonso de las Heras nos habla de la juventud actual y la educación, así como de la influencia de los colegios en la sociedad de hoy. Considera que "estamos en una crisis, en el sentido filosófico de la palabra" y que "la juventud está más en la farra y en la distracción que en el libro".
A su criterio, los jóvenes "necesitan un motor porque están desamparados de verdaderos maestros y educadores". Por otro lado, el Colegio de San José celebró ayer 99 años.

- Pareciera que el Colegio de San José ha perdido esa influencia que tenía.
- Creo que estamos en una crisis, en el sentido filosófico de la palabra, que es la posibilidad de crecer o de quedarse en una medianía. Pero toda crisis habitualmente produce una superación. No cabe duda que ahora ya no es lo mismo que antes, cuando era solo casi "luchar" contra el Colegio Nacional de la Capital. Tanto es así que toda esa época en que venían interventores del Colegio Nacional para los exámenes era realmente bravo. Parecía que algunos venían realmente a tratar de "sacudir" a los alumnos, pero era dentro de una competencia sana.

- Una suerte de rivalidad...
- Hasta hubo un caso simpático con los primeros bachilleres que empezaban a hacer el sexto curso (En el año ‘44 no hubo bachilleres en Paraguay porque se implementó la reforma y lo que antes iba solo hasta el quinto curso pasó al sexto). En ese entonces uno de los alumnos fue expulsado del San José y entró en el Colegio Nacional. Cuatro o cinco compañeros hicieron causa común y fueron con él, pero allí hicieron quintacolumna a favor del Colegio San José. No entiendo cómo, porque incluso el que fue expulsado era uno de los mejores amigos que tenía el padre Noutz, pero hubo un conflicto de disciplina y tuvo que salir.

- ¿Cuál es el problema que ha llevado a casi todas las instituciones educativas a perder esa influencia en la sociedad?
- En general se estudia muy poco. La juventud está más en la farra y en la distracción que en el libro. Cuesta mucho a un alumno comprar un libro, no en el sentido económico, porque el dinero lo gastan en otra cosa... Sin embargo, conozco alumnos brillantes que dicen a sus compañeros "para qué gastan tanto dinero en emborracharse por allí. Por qué mejor no se van a una librería a comprar un libro y pasan un rato agradable leyendo", pero eso no es lo habitual.

- ¿Por qué ocurre esto?
- Siempre digo que el joven paraguayo es muy inteligente y memorioso, pero falta, pareciera, el motor que les haga surgir. En la época de los primeros ‘40 ó ‘50 años del colegio, la Academia Literaria donde yo trabajaba con ellos era fructífera. Hay que ver la emulación que tenían para escribir un poema y aceptaban que se les corrigiera.
Entre los primeros grandes de la generación del ‘40 tuvimos a Herib Campos Cervera. El estuvo de pupilo, a pesar suyo, por un problema de familia. Pero dejó diario manuscrito que llevó durante todo un año. (Lastimosamente lo he perdido, pero quiero recuperarlo porque sé que alguien tiene copias por allí). El pasaba los domingos con sus familiares y el lunes volvía y ponía de encabezamiento en el diario: "lunes, tal fecha, CARCEL DE SAN JOSE".
Luego tuvimos a los cuatro grandes de la generación del ‘50: Ricardo Mazó, José Luis Appleyard, José María Gómez Sanjurjo, Ramiro Domínguez, que es el único que vive ahora. Y así hay muchos otros que se perfilaban bien, pero después no escribieron. También estaban Gustavo Gatti y un Oscar Insfrán que escribía maravillosamente en el colegio aunque después dejaron. Tengo el compromiso personal de publicar un libro sobre la academia literaria donde voy a poner todas las poesías que me dejaron con algunos poemas inéditos, incluso de los grandes. Todo esto vale para un estudio cronológico y evolutivo de lo que puede ser un poeta que empieza a los 12 ó 14 años con obras exquisitas.

- Lejos está de todo eso la juventud de hoy...
- La juventud está desamparada de verdaderos maestros, de educadores, porque ser educador es gastarse, es amar mucho y estar con ellos. De esta manera, es que el alumno suele ser adicto a su profesor y lo recuerda, recordará que no hizo nada por él o recordará con quien hacía barullo y al profesor que le guió siempre.

- ¿Qué recuerda de cuando el colegio dejó de ser exclusivamente para varones y vinieron las mujeres?
- Ahora las primeras alumnas que vinieron hace 12 ó 13 años están en el primer curso de bachillerato (el cuarto curso de antes). Hubo doble impresión. Algunos dijeron "muy bien" y aunque yo no era partidario porque trabajé mucho también en el Colegio de Las Teresas... Además era una época en que los varones eran bastante revoltosos y si venían las chicas y me decía a mí mismo: "o se calman un poco, o esto se convierte en un kilombo".
Pero otros, a rajatabla, nada querían saber. Hubo verdaderas peleas entre los ex alumnos que decían: "¡Como van a consentir, cómo van a venir mujeres en el Colegio San José!". Los mayores aquí dentro del colegio hasta hicieron un desfile gritando: "No queremos chicas, no queremos chicas". Pero, bueno, ya están en cuarto curso.

- ¿Cuál es la situación actualmente? ¿Funcionó?
- Bueno... hay algún recelo por ahí y las chicas se quejan de que les quieran marginar. Yo les digo: "No sean tontas". Pero los muchachos también a veces dicen "¡cómo una chica va a ser la presidenta del Centro de Estudiantes". Yo les respondo: "por tontos" , porque son mucho menos que los muchachos y "si ustedes se unen, las chicas no llegarán a presidentas. Lo que pasa es que son tontos y tienen cinco o seis candidatos frente a una de ellas, entonces será una mujer".

EL COLEGIO DE SAN JOSÉ FUE UNA VERDADERA CUNA DE PATRIOTISMO
- En este colegio hubo muchas muestras de patriotismo...
- Desde el primer director, el padre Tounedou, que al poco tiempo de llegar ya escribió un hermoso poema sobre los niños mártires de Acosta Ñu, que se aprendía después en todas las escuelas. Y también tenemos "Patria Querida", del padre Marcelino Noutz.
Los padres Capdevielle y Cipriano Oxibar también escribieron libros de historia que se instruyeron en todos los colegios y luego empezaron otras a imitación.

- Todos sacerdotes extranjeros, ¿no?
- En el año ‘47 hubo un suelto en el diario "El País", escrito por un señor de apellido Rojas que criticó los libros del Colegio San José diciendo que "son extranjeros y no nos comprenden". Eso dolió mucho y en el acto de entrega de la medalla de la Guerra del Chaco al Colegio, el padre Oxibar -entonces, director- comentó "dicen que nosotros somos extranjeros. No hemos nacido en este país, pero quizá son pocos los paraguayos que aman a este país como nosotros. ¿Quién escribió el hermoso poema de Acosta Ñu? Era un extranjero, el padre Tounedou. ¿Quién compuso Patria Querida? El padre Noutz...".
Todos tenían el mismo sentido patriótico, hasta los empleados. Había aquí un alemán de apellido Thiels que siempre respondía solo con señas porque era mudo. Fue combatiente en la Primera Guerra Mundial y solo tenía un pulmón por aquellos gases de la guerra. Era un artista que en Alemania fue decorador de teatros. Preparaba todos los escenarios para nuestras obras de manera increíble que hasta representamos a San Blas cuando fue arrojado a un lago sobre un tablón en el Teatro Municipal. Además hizo la escultura de San José que se encuentra en la torre.

- Usted también es patriótico...
- Este servidor escribió "Jalones de Gloria", que logró un éxito grande cuando se representó por primera vez ante unos 40 alumnos de otras épocas. De los primerísimos 13 alumnos fundadores solo sobrevivían Jesús Angulo y Jovellanos.

- ¿Augusto Roa Bastos también estuvo por aquí?
- Fue alumno en la época de la Guerra del Chaco. En ese tiempo aquí hubo alumnos que al llegar las vacaciones de invierno se iban al frente. Tuvimos 53 héroes que fallecieron durante la guerra.

- ¿Aparte de Wasmosy, hubo otros presidentes de la república entre los ex alumnos?
- Mucho antes que Wasmosy tuvimos, creo, un ex alumno presidente, pero me queda la duda. Hubo uno que era odontólogo, médico e instituyó la norma de que todo aquel que terminaba su carrera de Medicina debía ir un año al interior a hacer una pasantía. (Sería Felipe Molas López). Pero está en duda y creo que la gente podría ayudarnos con este dato.
Pedro Gómez Silgueira
Fuente: http://archivo.abc.com.py/imprimir.php?pid=56029




2004-07-04
Diario ABC color
El padre Alonso y las Academias Literaria y Universitaria
El padre César Alonso de las Heras desempeñó un papel protagónico no sólo en acrecentar la personalidad del colegio San José, en el que alternó sus actividades como profesor y director, sino también dentro de la misma cultura paraguaya. A ella aportó no solamente su obra literaria (libros de poemas y obras teatrales) sino de manera muy especial a través de la Academia Literaria del colegio San José y la Academia Universitaria.
Numerosos nombres que hoy figuran en las letras y en otras actividades resaltantes del país, en algún momento pasaron por una de esas dos nucleaciones que contaron con la orientación firme y serena del padre Alonso. Entre ellos se puede recordar a José Luis Appleyard, Ramiro Domínguez, José María Gómez Sanjurjo, Rubén Bareiro Saguier, Carlos Villagra Marsal, Manfredo Ramírez Ruso, Ricardo Mazó, y varios otros.

Los primeros años
En una entrevista mantenida con el padre César Alonso de las Heras, en la que recordó su llegada a Paraguay en 1940, hizo referencia, en un momento de la conversación, a la creación de esas dos academias cuyo alcance e importancia no se podía prever, aún, en aquellos primeros años.

- La creación de la Academia Literaria del colegio San José tuvo un peso significativo dentro de la literatura paraguaya. ¿Cómo fueron sus inicios?
- Al año de estar aquí el padre Oxibar, quien fue un gran sabio y por el que yo sentía un gran respeto, me dijo: “Padre Alonso, usted se va a ocupar de la Academia”. “¿Y eso qué es?”, y él me respondió: “Usted ya verá”. Lo curioso es que la estructura que comencé a traer a la academia, era la que ya usaban en nuestro colegio San José de Buenos Aires. No la fundé yo. Yo la recogí, que estaba semimuerta o semiviva. Después de la guerra del Chaco había quedado sin funcionar dos o tres años.
Eso fue en el año 41 y teníamos dos sesiones por semana.
El padre Oxibar que la había tenido antes que yo, leía un texto y después se les iba descubriendo las bellezas del mismo. Yo le di la estructura que luego fue teniendo en los otros colegios que se inspiraron en ella. Allí estaban los primeros miembros como Appleyard, Mazó, Velázquez... Bueno. Y funcionó bien.

La Academia Universitaria
- Años después usted creó la Academia Universitaria. ¿Cómo fue?
- Cuando los muchachos de este primer grupo que van terminando el bachillerato -este fue el primer grupo que tuvo que hacer el sexto curso- veníamos diciendo y qué hacemos ahora. Y yo creo que hay que hacer algo. Y en el año 46 se creó, con intervención mía, pero más con intervención de ellos, el Círculo Literario, que funcionó casi un año en diferentes casas: en la casa de Ibarra, en la de Niella y luego comenzamos a invitar a otras personas, chicos y chicas. Después, ya en el 47 fue cuando tuvimos la idea de la Academia Universitaria que se llamaba así porque eran estudiantes universitarios y no por ningún otro motivo. Fue allí que se invitó a estudiantes de otros colegios.

- ¿Recuerda algunos nombres?
- Estaban Kiko Díaz Pérez, Carlitos Villagra Marsal, Rubén Bareiro Saguier, Noni (Manfredo) Ramírez Russo... Fue un grupo verdaderamente trascendental. Al poco tiempo comenzó la guerra civil. Si mal no recuerdo, en todo ese tiempo no dejamos una sola semana de tener sesiones.

- ¿Cómo eran las reuniones?
- Al comienzo las reuniones eran los domingos por la mañana. Luego los viernes a la noche, a las 9, en teoría, pero comenzaba a las 9.30 o diez y nos quedábamos hasta las dos o tres de la mañana con un trabajo realmente excepcional. Propuse estudiar primero, detenidamente, la literatura griega y latina.
Ellos mismos daban como conferencias y hablaban sobre el particular. De vez en cuando teníamos alguna visita. Roa Bastos estuvo alguna vez. Josefina Plá estuvo allí. Illía, el hermano del que fue presidente de la Argentina, estuvo también.
“Esto era como un club, pero que daba una gran satisfacción. Les solía decir: ‘Miren muchachos, el día de mañana yo voy a ser alumno de ustedes’. Lo decía con honradez y lo que yo creía que era la verdad porque, en definitiva, pasado el tiempo yo podía hablar con (José Luis) Appleyard, con José María (Gómez Sanjurjo), con (Ricardo) Mazó, con Ramiro Domínguez y me instruían también. Era el verdadero parlamento en Paraguay de ese momento”.
“Estaban allí de todos los partidos: había liberales y colorados fanáticos y el grupo que era de más de Acción Católica que luego desembocará, contra mi voluntad
-cuando eso ya estaba en España- en el partido de la Democracia Cristiana. El Paraguay ya tiene una división: los partidos liberal y colorado. Bien equilibrado eso puede ser el balance necesario que supone toda buena política”.

- ¿Cómo era el ambiente en la Academia?
- Que nos lleváramos bien no quiere decir que no tuviéramos discusiones tremendas. Una vez me tiraron una silla. Yo también tengo mis ideas y sé defenderlas. En aquel entonces nos reuníamos en esa casa de aquí enfrente (Paí Pérez esquina José Berges) donde ahora hay un Laverap.
Fue la primera casa que compraron los ex alumnos. Allí, un día, Enrique Riera salió muy enojado. Dio un portazo y dijo: “Me voy, pero nos volveremos a ver”. Y algunos, durante la revolución del 47 venían con el pistolón a la cintura.

Segundas partes...
- Pero usted volvió a España.
- Me tocó volver a España cuando terminé de ser director del colegio. Pero antes organizamos los festejos de los cincuenta años, en 1954. A mediados de 1967 regreso a Paraguay y se dice a veces que segundas partes nunca fueron buenas. Pues bien, a mi regreso, no me aceptaban ya en la Academia.
Era una época de mucha rebeldía juvenil. Yo me quedé tranquilo, asistí a las sesiones y paulatinamente fui recuperando la confianza. Más tarde volví a ser director del colegio y problemas que debí enfrentar en ese momento me costaron un riñón. De todos modos, a pesar de mi salud deteriorada, seguía diciendo algunas palabras al principio de la mañana. Después lo dejé.

- ¿Y qué hace actualmente?
- De tanto en tanto voy a la academia, pero no siempre, pero es que tengo ya muchos años. Nací en el trece y voy a cumplir noventa y un años. Gracias a Dios creo que los llevo bien.





2004-08-25
Diario ABC color
Padre Alonso de las Heras está en terapia intensiva
El padre César Alonso de las Heras, formador de varias generaciones de ilustres ciudadanos, se encuentra en estado grave en terapia intensiva en el Sanatorio San Roque. El sacerdote ingresó al nosocomio la noche del lunes a consecuencia de un derrame cerebral.
Sacerdotes de la comunidad Betharramita, a la que pertenece Alonso de las Heras, informaron que su estado de salud es delicado, por lo que pidieron a toda la feligresía elevar oraciones para superar este difícil momento.
El religioso se dedicó con gran ahínco a la educación. Nació en España el 24 de diciembre de 1913. Llegó al Paraguay en el año 1940 y actualmente cuenta con 90 años.
Alonso de las Heras ocupó todos los cargos en la congregación betharramita. Fue párroco en la parroquia San José, y maestro y director en el colegio del mismo nombre.
Fuente: http://iabc.com.py/2004-08-25/articulos/130037/padre-alonso-de-las-heras-esta-en-terapia-intensiva




2004/09/04
Diario La Nación
Falleció el padre Alonso de las Heras
Maestro de maestros, ha culminado su tarea. El padre César Alonso De las Heras falleció ayer en horas de la madrugada y sus restos serán sepultados esta mañana, en el cementerio de la Recoleta, culminada la misa que se iniciará a las 9, en la iglesia de San José.

Había nacido el 24 de diciembre de 1913 en Tristán Suárez, provincia de Buenos Aires, y sus padres lo llevaron a Zamora, España, teniendo apenas 3 años de edad. "El padre Alonso es español, muy español" dicen de él Hugo Rodríguez Alcalá y Dirma Pardo, en el libro 'Historia de la Literatura Paraguaya' y agregan: "Ahora bien, algo muy semejante se puede decir tocante a su segunda patria, la patria en que vivió la mayor parte de su vida: el Paraguay".
El padre Alonso creció y se educó en España, realizó su bachillerato en Francia y se hizo sacerdote de la Congregación del Sagrado Corazón de Jesús de Betharram. En 1940 vino al Paraguay para quedarse. Entonces inició su larga y fructífera tarea en el Colegio San José, desde el cual haría honor a la docencia durante más de medio siglo.
Dirigió el "Círculo Literario" entre 1945 y 1946 y posteriormente la recordada Academia Universitaria, entre 1946 y 1960, de cuyo seno surgió la más brillante generación de poetas paraguayos. La Academia cobijó y orientó la afirmación vocacional de José María Gómez Sanjurjo, José Luis Appleyard, Ramiro Domínguez, Rodrigo Díaz Pérez, Ricardo Mazo, Carlos Villagra Marsal y Rubén Bareiro Saguier, entre otros. Y cuentan también Rodríguez Alcalá y Pardo, en el libro mencionado, que el día en que el padre Alonso inició sus clases de castellano con un grupo en el que estaba el jovencito José Luis Appleyard, "anunció a la clase que no seguiría él el método al uso y que probaría otro mejor. Y sin más preámbulo, comenzó a recitar y luego a comentar poemas de García Lorca. El éxito fue extraordinario".

El escritor
César Alonso De las Heras no solo fue un buen maestro de las materias relacionadas con la lengua, sino que fue él mismo un fino labrador de la lengua. Escribió varios poemarios, entre los cuales podemos mencionar "Qué cercano tu recuerdo" (1970), "Silencio" (1973), "Rosario y Vía Crucis" (1979), "Antología" (1984), "Navidad. Variaciones" (1985), "Antología poética" (1998) y "Ave Crux" (2000). Escribió asimismo piezas teatrales como "Loa de San Cipriano Obispo", "San Blas", "Misterio dramático" y "Jalones de Gloria", este último escrito en 1944, en conmemoración de los 40 años del Colegio San José.
Dio numerosas conferencias sobre temas literarios y escribió un importante número de ensayos. Con sus nueve décadas de andadura, nunca abandonó del todo la docencia y en los últimos tiempos, aunque alejado de las aulas, se dedicaba a la orientación de los estudiantes, y a su segunda pasión, la escritura.
Fue miembro de la Academia Paraguaya de la Lengua, de la Academia Paraguaya de la Historia y de la Sociedad de Escritores del Paraguay. Entre los importantes galardones que se le otorgaron se cuenta la Cruz de Isabel La Católica, concedida por España en 1955, y la Orden Nacional del Mérito en el grado de Comendador que le entregó el gobierno nacional en 1994. Asimismo, el gobierno le otorgó la Ciudadanía Honoraria en diciembre de 1998.
Cumpliendo uno de sus mayores sueños, el padre Alonso pudo asistir a las celebraciones de los 100 años del Colegio San José, hace solo unos meses. Después de festejar el centenario de su amado colegio y de que algunos de sus mejores discípulos dieran por terminada su siembra, cumplida su labor de acompañarlos hasta la última página de sus vidas, bajó la azada de su rico sembradío.
Tal como expresan los estudiantes de la institución en la nota enviada a esta Redacción: "Misión cumplida, pa'i Alonso; serás recordado hoy y siempre".

Escritores, estudiantes y religiosos lloran su partida
La comunidad educativa del colegio de San José y la comunidad religiosa de la congregación de los sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús de Betharram expresaron su dolor "por la triste pérdida del querido padre César Alonso de las Heras, constituido como un emblema de esta centenaria institución". Los alumnos del colegio no tuvieron clases en señal de luto, y asistieron al velatorio que se realizaba en la iglesia de San José.
La Conferencia Episcopal Paraguaya envió asimismo una carta dirigida a la dirección del colegio San José, en la que expresa entre otras cosas: "Al padre Alonso de las Heras le sobreviene su Pascua en culminación de una larga y fructífera existencia como servidor de sus hermanos en Cristo, descollando al mismo tiempo en el ámbito de la cultura nacional como uno de los principales exponentes de la literatura paraguaya del siglo XX. Su vocación religiosa y de servicio le movió, muy joven aún, a dejar su España natal para sumarse en forma tesonera al empeño de la Congregación en la educación de varias generaciones de jóvenes paraguayos, cuyos méritos fueron resaltados recientemente en ocasión de los festejos del 100º aniversario de fundación del Colegio de San José".
"La ejemplar figura del padre Alonso de las Heras, como sacerdote, educador y hombre de la cultura, ya es patrimonio de todos los paraguayos", dice también la nota firmada por el monseñor Ricardo Valenzuela, obispo castrense, secretario general de la CEP.

Los escritores
Por su parte, Emilio Pérez Chaves, en su condición de ex presidente de la Academia Literaria de Ex Alumnos del Colegio San José 2002-2003, manifestó que: "La presencia del padre Alonso es de significativa importancia en el proceso de la cultura del Paraguay. Maestro de varias promociones estudiantiles y literarias, entre sus méritos se cuentan el haber reorganizado definitivamente la Academia Literaria del Colegio San José en la década del 40, y al promediar la misma época, haber contribuido a fundar la Academia Universitaria del Paraguay. Ambas entidades constituyeron el núcleo inicial de la prestigiosa 'Generación del 50' en nuestras letras, y sus integrantes se han destacado en la poesía, la narrativa, la crítica y otras disciplinas artísticas".
Recordó asimismo que "al padre Alonso le pertenecen varios libros de poesía, entre ellos 'Qué cercano tu recuerdo' y 'Antología'. Figuran entre sus páginas poemas memorables como 'Paraguay' y 'Volver'. (...) Pocos testimonios tan valiosos y sinceros acerca de una tierra donde no nació, pero que con vocación y voluntad, sueños y entusiasmo, supo hacer suya y compartirla con los demás", puntualizó.
La escritora y vicepresidenta de la Sociedad de Escritores del Paraguay (SEP) Dirma Pardo expresó que "las letras están de duelo" y agregó que sin embargo "el país no queda huérfano de poesía, porque él ha sembrado mucho, pero sí sufre una gran pérdida". Destacó además su calidez humana y también como sacerdote: "Fue alguien realmente destacable, fue formador de generaciones, orientador de familias. Yo creo que es un santo que va directamente cielo".
Para la escritora Raquel Chaves, el Padre Alonso "fue un innovador en el campo poético paraguayo, que hizo conocer a la generación del 27, hizo conocer a Lorca, a Miguel Hernández, a Cernuda, lo cual significaba no sólo buen gusto sino también valentía. Y formó a los grandes poetas, baste citar a dos nombres: José María Gómez Sanjurjo y José Luis Appleyard". Agregó que "fue un gran motivador de la poesía, lo cual es siempre muy difícil, porque él vino de una Europa en dos guerras sucesivas y con una guerra fratricida en su país, y aún así en él vivió la poesía". Finalmente acotó que el padre fue "un gran maestro y en él la poesía estaba como en una llama viva, eso es lo que permanece, su alma era poética".
Fuente: http://anteriores.lanacion.com.py/noticia-84986-2004/09/04.htm




2004-09-05
Diario ABC color
EMOTIVA CEREMONIA DEL ADIOS AL RELIGIOSO Y HOMBRE DE LETRAS
Dieron la última despedida al padre César Alonso de las Heras
Ayer se realizó la última despedida al padre César Alonso de las Heras, religioso de la Congregación del Sagrado Corazón de Jesús de Betharram, que tuvo a su cargo la formación de varias generaciones de estudiantes del colegio San José. Sus restos descansan ahora en el panteón de los betharramitas en el cementerio de la Recoleta. Todos los oradores en el sepelio destacaron su dedicación y entrega a la religión y a la literatura.
Lejos de su España natal, a los noventa años de edad, el religioso falleció en Asunción el pasado 3 de setiembre. Y desde ayer descansa en la Recoleta, donde llegó con un cortejo precedido por una escolta de la Policía Municipal.
El último tramo fue realizado a pie por los deudos, encabezados por una bandalisa de los estudiantes del colegio San José y otra de los ex alumnos, al mismo tiempo que un cordón de amigos, estudiantes, ex discípulos, docentes y padres de familia saludaban el paso del féretro.
Antes de partir hacia el cementerio se realizó en el templo de San José una emotiva misa de cuerpo presente, presidida por monseñor Ignacio Gogorza y concelebrada por varios sacerdotes.
"Fue un sacerdote servicial, que nunca decía que no. Siempre estaba donde se lo necesitaba, sin importar las clases sociales, y, a pesar de su edad, se sentía con espíritu juvenil.
Amaba la cultura y pasaba el tiempo leyendo, no para él, sino para transmitir, lo que es propio de un educador que amaba la cultura. Hoy lo despedimos físicamente, pero permanecerá en sus enseñanzas y en lo que recibimos de su persona, como orientador y sacerdote", expresó ante un templo colmado de alumnos, docentes y ex alumnos del religioso.
En la celebración se sucedieron los oradores: el actual director del colegio de San José, Aurelio González, realizó un reconocimiento al padre Alonso y señaló que su presencia no se perderá jamás y su obra seguirá siendo faro y luz para las familias.
Posteriormente hablaron Ramiro Meyer, presidente de la Academia Literaria del colegio de San José; Celeste Martínez, del movimiento expedicionario Padre César Alonso de las Heras; Alfredo Bareiro, presidente de la Asociación de Profesores; Víctor Scura, presidente de la Asociación de Padres de Alumnos; Jorge Léoz, presidente de la Asociación de Ex Alumnos; Emilio Pérez Chávez, por la Academia Literaria de Ex alumnos, y Diego Mussi, presidente de la Academia Universitaria del Paraguay. Todos ellos recordaron al religioso como un ejemplo a imitar y un maestro inigualable.
A partir de hoy, a las 19:00, en el templo de San José se realizará el novenario por el sacerdote fallecido.
Fuente: http://archivo.abc.com.py/2004-09-05/articulos/132037/dieron-la-ultima-despedida-al-padre-cesar-alonso-de-las-heras




2004-12-25
Diario ABC color
Sanjosianos recordaron cumpleaños del padre César Alonso de las Heras
Con una una misa y la habilitación de un monumento recordaron ayer el 91 cumpleaños del padre César Alonso de las Heras en el colegio San José. Los actos contaron con la presencia de sacerdotes de la congregación betharramita, educadores de la institución, ex alumnos, padres de familia y estudiantes.
El padre Emiliano Jara resaltó la figura del padre de las Heras, a quien calificó como la estrella de la institución. El religioso valoró la espiritualidad del sacerdote quien falleció el pasado 3 de setiembre a la edad de 90 años. Destacó también su dote de educador y gran maestro, formador de ilustres ciudadanos.
En otro momento, sostuvo que de las Heras fue grande como persona, siempre estuvo del lado del necesitado. Como maestro de generaciones, tuvo la palabra oportuna para los niños, jóvenes y adultos. De las Heras también vivió intensamente su sacerdote, su conducta fue intachable: sus valores religiosos siempre estuvieron alimentados por su devoción a la Virgen María y al Santísimo Sacramento.
Al término de la misa se descubrió un monolito que guarda su memoria en la avenida de Las Palmeras.